No contar con consultoría arquitectónica redunda en errores costosos
La improvisación genera graves errores y es la constante en obras donde no se cuenta con el respaldo profesional de una consultoría arquitectónica de alta calidad. El trabajo de un estudio de arquitectos, evita errores que salen muy costosos. Sin embargo, en muchos trabajos constructivos no se planifican y se cometen muchos errores tanto de diseño, como de obra.
Los proyectos con errores cuestan mucho dinero tanto corregirlos o indemnizarlos. Además, si se desconocen normativas y no se realizan estudios del terreno, puede haber más riesgos y altos costos que pueden evitarse, como los errores que generan más costos.
Para más información sobre cómo evitar costos innecesarios, lee Ahorra tiempo y dinero.
Falta de planificación
Cuando no se tienen planes precisos para las obras, se carece de análisis del sitio. Es decir, se construye sin tomar en cuenta la topografía, las características del entorno y del clima del lugar y lo más probable sea, como resultado, un **diseño erróneo**.
Diseños despersonalizados
Un error muy costoso, es invertir en un diseño donde no se toman en cuenta los gustos y necesidades personales. Cuando no se cuenta con el apoyo de profesionales, se corre el riesgo de construir espacios que necesitan de sucesivas remodelaciones, dada su construcción disfuncional y poco útil.
Improvisación
Las obras que no cuentan con planos, ni planos y no tienen la debida documentación técnica, lo que seguramente resulte en secuelas defectuosas. Asimismo, la improvisación en las obras constructivas genera sobrecostos durante y posterior a la ejecución e insatisfacción en los usuarios.
Ausencia de diligencias inmobiliarias
Los proyectos pueden ser muy costosos, cuando no se realizan las diligencias inmobiliarias pertinentes y se omiten estudios para identificar riesgos como contaminación ambiental, malas condiciones del suelo, servidumbres y otros datos claves.
Los errores, como falta de límites de la propiedad e identificación de servidumbres, traen **retrasos y obstáculos legales** que afectan al proyecto. Evitar riesgos con evaluaciones ambientales e informes geotécnicos puede proteger la inversión.
Falta de presupuesto o errores presupuestarios
La ausencia de presupuesto o errores en materia presupuestaria, puede generar un verdadero caos financiero que afecta al proyecto parcial o totalmente. Los presupuestos que se quedan cortos, reducen el alcance del diseño con una planificación que dificulta la gestión de la obra y encarece sus costos por falta de flujo financiero en el momento que se requiere.
Es un error que puede evitarse, dando la importancia debida a la contratación de profesionales que calculan cada gasto, priorizando las evaluaciones, diseños, costo de expertos, permisos y precio de construcción. Además, calculan fondos de contingencia para cubrir gastos imprevistos y soluciones, minimizando el desembolso de gastos que no estén presupuestados.
La falta de presupuesto acarrea serias consecuencias financieras, con precios que suben de forma exponencial. Otra forma de elevar el costo por el error de no tener un presupuesto adaptado a la inversión prevista, es la pérdida de materiales, equipos e incluso, daño a la estructura por errores de cálculo o mala ejecución, lo que genera sobrecostos y altas pérdidas.
Falta de coordinación entre profesionales
Las mejores obras se realizan con armonía entre los profesionales de diferentes disciplinas que aportan sus conocimientos y habilidades para alcanzar los objetivos específicos y generales. Pero, cuando se presenta falta de coordinación entre las disciplinas que hacen posible una obra de construcción, surgen los problemas de diseño, malinterpretaciones técnicas y gastos mayores.
Errores en nivel de calidad
Uno de los mayores costos en la construcción, se presenta cuando el uso inadecuado de materiales y técnicas, sacrifica el nivel de calidad previsto. Muchas veces se presenta por compras inadecuadas o desperdicios de materiales. Otras veces, se baja la calidad de la obra, por falta de control en los procesos, lo que conlleva malas ejecuciones y altos costos, sin buenos resultados.
La improvisación genera graves errores y es la constante en obras donde no se cuenta con el respaldo profesional de una consultoría arquitectónica de alta calidad.

